Los muros de la fabulosa abadía de Salamanca que han aparecido al reabrir la antigua muralla

Tras tener que paralizarlas y modificar el proyecto, las obras para reabrir el histórico portillo de San Vicente se han retomado con la certeza de que este cerro lleno de historia ha sumado un nuevo descubrimiento a la lista de los que se han registrado en el lugar. Y es que los restos que aparecieron hace semanas donde iban la nueva rampa y escaleras tienen una importancia histórica.

Cuando en febrero empezaron las obras para reabrir la puerta cegada de la muralla en el paseo de San Vicente, se empezó a trabajar en una franja de terreno entre el cerro y el colegio mayor. Allí estaba previsto el trazado de la rampa y escaleras proyectadas para conseguir un nuevo acceso al parque arqueológico que concentra importantes restos de la ciudad y, desde hace unas semanas, un museo y centro de interpretación que explica miles de años de historia de Salamanca.

Sin embargo, ya en febrero, al excavar aparecieron restos de gran entidad. Aparentemente, se trataba de muros de una antigua construcción. El hallazgo lo sacó a la luz la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio que inmediatamente publicó en las redes algunas fotos del descubrimiento.

El asunto se ha conocido en la comisión de Fomento del ayuntamiento. Al informarse sobre la apertura del museo y el nuevo proyecto de musealización previsto en la cima, los técnicos municipales baban a conocer la aparición de elementos susceptibles de ser conservados; y se informaba a la comisión territorial de Patrimonio para que indicara qué hacer.

Ahora, la obra vuelve a empezar con una modificación del proyecto que sorteará estos restos, dos hallazgos en pocas semanas. La segunda aparición obligó a cambiar el proyecto que ahora afronta su fase final, con algunos elementos a la vista. Se aprecia la rampa, una pieza de hormigón con el logotipo de todo el complejo del Cerro de San Vicente y el trazado por el que irá la escalera de acceso.

El motivo es que se van a dejar al descubierto y visibles y se protegerán para que formen parte del programa de lo que se puede ver en el complejo del cerro de San Vicente. Y tanto cuidado se debe a la importancia de lo que ha aparecido.

Según confirman fuentes municipales, se trata de restos del ábside de la antigua capilla que formaba parte del enorme complejo del monasterio de San Vicente, el primero que tuvo la ciudad y uno de los más importantes, y del que no quedan grandes vestigios. En los años 90 del pasado siglo se realizaron diversas excavaciones que permitieron sacar a la luz los restos que permanecían bajo tierra y musealizarlos.

Según la obra «Dibujos salmantinos» de Joaquín de Vargas Aguirre, el convento fue destruido por los moros, por los que ya se encontraba en pie antes del año 711, fecha en la que comenzó la invasión musulmana de la península ibérica.

Se sabe que la fecha de la fundación del monasterio fue anterior a 1143, año en el que el rey Alfonso VII de Castilla hace donación de su iglesia a la Orden de Cluny. Fue uno de los primeros conventos de Salamanca y, durante siglos, uno de los más importantes. Los Reyes Católicos lo convirtieron en colegio en 1504.

Era un complejo fabuloso que fue ampliándose y que en 1538 obtiene la consideración de abadía. A principios del siglo XVI, debido a la relevancia que tenía Salamanca como ciudad universitaria, fue convertido en colegio para los miembros de la Orden. Este hecho supuso que el monasterio entero sufriera una gran reforma para crear estancias dedicadas a la enseñanza y otras destinadas al culto y al alojamiento de los monjes y que realzaron su envergadura y belleza.

El monasterio se quemó dos veces y fue en la última ocasión cuando se perdió para siempre. Durante la Guerra de la Independencia fue convertido en cuartel del ejército francés y bombardeado por la artillería aliada. Todo ello repercutió de manera grave en el archivo que perdió numerosos e importantes documentos. Como consecuencia de la desamortización los fondos pasaron a ser custodiados en el Seminario Conciliar de Salamanca.

El proyecto tiene varias partes y consiste en reabrir esta puerta histórica, cerrada hace 200 años tras la estancia de las tropas francesas en el cerro, y convertirla en un nuevo acceso al parque arqueológico con una rampa y escaleras. Al excavar en la zona superior aparecieron lo que parecían muros de algunas construcciones. Las excavaciones fueron paralizadas porque los elementos, susceptibles de ser conservados según información municipal, junto a un edificio residencial y el colegio mayor Hernán Cortés.

Posteriormente, se hacía un nuevo descubrimiento en una cota muy próxima a la de la calzada en el paseo de San Vicente, a unos metros de la muralla. Lo que ha aparecido son restos de una construcción aparentemente defensiva en forma de murete, que podría ser parte de la cerca nueva, que está pegando al trazado de la acera en ese punto frente al Hospital. Está unos metros por fuera de la antigua muralla que se conserva en torno al cerro de San Vicente.

El proyecto arrancó hace varios meses y consta de varias partes. La fundamental era abrir de nuevo esta puerta como nuevo acceso desde el paseo de San Vicente al cerro, donde se han invertido millones para convertirlo en un parque urbano, poner en valor las excavaciones y ruinas, reabrir el museo o trazar unos pequeños huertos urbanos.

La actuación prevista incluye otras partes, como el estudio minucioso de 32 metros de muralla para catalogarla y restaurarla y la construcción de una nueva rampa en una franja pegada al límite del colegio mayor Hernán Cortés, en un solar vecino. Ha sido al excavar cuando aparecieron estos restos desconocidos.

La puerta de San Vicente, junto al convento del que tomaba nombre, fue tapiada después de la guerra de la Independencia, al haber quedado el barrio al que daba acceso prácticamente destruido por los combates entre tropas francesas e inglesas.

El portillo fue uno de los accesos al convento de San Vicente, uno de los edificios fortificados con los que contaba la ciudad a principios del siglo XIX. Fue utilizado por las tropas francesas para mantener una guarnición y resisitir al asedio británico. El convento fue destruido durante la contienda.