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Fue una ejecución en toda regla. Otra más. Un ajuste de cuentas –sospecha la policía– con dos objetivos muy claros. Dos hombres de origen escocés, ambos de unos 40 años, que fueron abatidos a tiros en una terraza del paseo marítimo de Fuengirola, en el enésimo tiroteo en la provincia de Málaga en los últimos meses.
El suceso ocurrió sobre la noche de este sábado 31 de mayo en la puerta del restaurante-bar de copas que está situado en el paseo marítimo Rey de España. La ubicación facilitaba la huida de los autores del crimen, ya que está a sólo un callejón de la antigua nacional 340 que recorre el litoral de la Costa del Sol.
Las víctimas ocupaban una de las mesas de la terraza del establecimiento, abarrotada a esa hora de una noche de Champions en la que el París Saint Germain se enfrentaba al Inter de Milán, con victoria por 5-0 del club parisino. Se desconoce con cuántas personas estaban, pero al menos había una más con ellos: la esposa de uno de los fallecidos, que lo presenció todo y que, al parecer, resultó ilesa en la balacera.
La secuencia del doble asesinato es un clásico de los ajustes de cuentas. Sobre las 23.30 horas, un coche se detuvo junto al bar y del vehículo se apeó un individuo encapuchado, mientras su cómplice abandonaba el lugar en el automóvil, que probablemente estacionó en las inmediaciones para esperar a que se cometiera el crimen.
Según las distintas fuentes consultadas por este periódico, el autor material, que ocultaba su rostro bajo la capucha de una sudadera, se acercó a uno de sus objetivos y le descerrajó un tiro a bocajarro en el pecho. El disparo fue mortal y el hombre no pudo reaccionar ni pelear por su vida.
El segundo individuo sí lo intentó. Al parecer, el hombre, ante esta situación, se levantó de su silla y salió corriendo hacia el interior del establecimiento tratando de huir. Sin embargo, el encapuchado lo persiguió hasta el interior del bar, donde los camareros corrieron a esconderse al ver a un individuo empuñando un arma.
El autor comenzó a abrir fuego contra su segundo objetivo, que por la dirección en la que huía parecía intentar llegar hasta los aseos. El delincuente apretó el gatillo en varias ocasiones y alcanzó al menos cuatro veces a la víctima, que sufrió heridas por arma de fuego en el tórax y en el abdomen. Murió allí mismo.
Tras el tiroteo, el encapuchado huyó del lugar a pie, aunque con bastante probabilidad se dirigió hasta un vehículo que lo esperaba en las inmediaciones, lejos de los testigos, para escapar de la zona por carretera, apuntaron fuentes cercanas al caso.
Los servicios de emergencias recibieron un aluvión de llamadas –sólo el sistema 112-Andalucía recibió en torno a una decena de avisos– que alertaban del tiroteo, que sembró el pánico en una zona comercial y hostelera de Fuengirola, donde el público disfrutaba del buen tiempo y de, hasta entonces, una velada tranquila en la costa.
Las primeras patrullas de la Policía Nacional y de la Local no tardaron en llegar. La comisaría, entre tanto, activó el 'Plan Costa del Sol', una derivada del 'Plan Marbella' que tan buenos resultados cosechó el año pasado a la hora de incomodar a los miembros del crimen organizado que se refugian en el litoral de la provincia. En esencia, consiste en coordinar a todas las plantillas de la provincia para tratar de enjaular a los delincuentes.
Al lugar de los hechos se desplazaron también los sanitarios del 061, que se afanaron en reanimar, sin éxito, a las víctimas. Tras confirmar los fallecimientos, se activó la comisión judicial y se movilizó a los especialistas de Homicidios y de Policía Científica.
Las víctimas, ambas de origen escocés, tendrían antecedentes relacionados con el narcotráfico, según el subdelegado del Gobierno, Francisco Javier Salas, quien confirmó que todo apunta a un ajuste de cuentas. De hecho, el caso ha pasado directamente a manos de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco)-Costa del Sol, especializada en este tipo de casos.
En el establecimiento, según publica 'Diario Sur', se realizó una exhaustiva inspección ocular que se prolongó hasta bien entrada la madrugada para recabar el mayor número de vestigios del crimen con la esperanza de que ayuden a resolver el caso. «Este tipo de hechos causan alarma, pero esperamos que en breve podamos dar con el agresor», manifestó a los medios el representante del Ejecutivo en la provincia.
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